Eso solo es semejante a lo que producen los anestésicos generales o, desafortunadamente, cuando se pierde en lo absoluto todo contacto con la realidad, vale decir, cuando se pierde completamente la razón y solo queda el delirio y, fundamentalmente, el delirio de supremacía y el culto a la personalidad.
Roberto: hay una consciencia de la inconsciencia (saber que no se sabe) -inconsciencia de primer grado-. Y una inconsciencia de segundo grado -inconsciencia de la inconsciencia- (no saber que no se sabe). Esta última es la propia del mundo inerte; también, de la previda y de la postmuerte.
Pronto, este efímero eco de la llama vital olvidará su lánguida melancolía. Pronto, estos ojos húmedos cerrarán sus ventanas. ¡Bienvenido el largo reposo de las noches sin sueños! Pronto, este desgastado lamento callará; Porque en el calmo letargo del ocaso hasta el Dolor se olvida de llorar.
Gracias, C Cay. A mí me impresionan también estos versos de Pessoa:
¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen aquellos árboles? La de ser verdes y frondosos y la de tener ramas y la de dar fruto en su hora, lo que no nos hace pensar, a nosotros, que no sabemos entenderlos. ¿Pero qué mejor metafísica que la de ellos que es la de no saber para qué viven ni saber que no lo saben?
El primer hombre que escuchó el silencio. El primer hombre que se asomó al mar. El primer hombre que quedó perplejo mirando el flujo de su propia sangre manar en una herida, ese hombre soy yo, eres tú, somos todos, es cualquier niño que descubre el mundo.
La insensación total no se siente a sí misma. No siente que no siente.
ReplyDeleteEso solo es semejante a lo que producen los anestésicos generales o, desafortunadamente, cuando se pierde en lo absoluto todo contacto con la realidad, vale decir, cuando se pierde completamente la razón y solo queda el delirio y, fundamentalmente, el delirio de supremacía y el culto a la personalidad.
ReplyDeleteRoberto: hay una consciencia de la inconsciencia (saber que no se sabe) -inconsciencia de primer grado-. Y una inconsciencia de segundo grado -inconsciencia de la inconsciencia- (no saber que no se sabe). Esta última es la propia del mundo inerte; también, de la previda y de la postmuerte.
DeleteSí, Cuqui, es como un invidente que no sólo no ve, sino que tampoco puede ver que no ve. Un ciego que estuviese ciego incluso para su propia ceguera.
ReplyDeleteSi da sombra, es algo.
ReplyDeleteSólo la sombra es nada.
Sólo la sombra no da sombra.
Gracias, Dani. Probablemente no se podía decir mejor.
ReplyDeletePronto, este efímero eco de la llama vital
ReplyDeleteolvidará su lánguida melancolía.
Pronto, estos ojos húmedos cerrarán sus ventanas.
¡Bienvenido el largo reposo de las noches sin sueños!
Pronto, este desgastado lamento callará;
Porque en el calmo letargo del ocaso
hasta el Dolor se olvida de llorar.
(THOMAS CAMPBELL)
Gracias, C Cay. A mí me impresionan también estos versos de Pessoa:
ReplyDelete¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen aquellos árboles?
La de ser verdes y frondosos y la de tener ramas
y la de dar fruto en su hora, lo que no nos hace pensar,
a nosotros, que no sabemos entenderlos.
¿Pero qué mejor metafísica que la de ellos
que es la de no saber para qué viven
ni saber que no lo saben?
El primer hombre que escuchó el silencio.
ReplyDeleteEl primer hombre que se asomó al mar.
El primer hombre que quedó perplejo
mirando el flujo de su propia sangre
manar en una herida,
ese hombre soy yo, eres tú, somos todos,
es cualquier niño que descubre el mundo.
(LORENZO OLIVÁN)