Saben muchas más cosas. Saben cómo y con qué alimentar a una de las larvas para que se convierta en "reina" (reproductora) confeccionando la llamada jalea real. Saben elaborar la miel para alimentar a las demás larvas. Saben comunicarse mediante movimientos y giros en el vuelo con las demás abejas para indicarles dónde hay flores que libar y sus características. Saben incluso confeccionar un antibiótico (el propóleo) para prevenir la infectación de su colmena por bacterias. Saben demasiado para su diminuto cerebro, aunque coincido con el Agrimensor en que, probablemente, todo eso que saben... lo saben sin saber que lo saben: desconocedoras de su propio conocimiento, inscientes de su propia sciencia.
Saben muchas más cosas. Saben cómo y con qué alimentar a una de las larvas para que se convierta en "reina" (reproductora) confeccionando la llamada jalea real. Saben elaborar la miel para alimentar a las demás larvas. Saben comunicarse mediante movimientos y giros en el vuelo con las demás abejas para indicarles dónde hay flores que libar y sus características. Saben incluso confeccionar un antibiótico (el propóleo) para prevenir la infectación de su colmena por bacterias. Saben demasiado para su diminuto cerebro, aunque coincido con el Agrimensor en que, probablemente, todo eso que saben... lo saben sin saber que lo saben: desconocedoras de su propio conocimiento, inscientes de su propia sciencia.
ReplyDeleteEl instinto es a menudo más inteligente que la inteligencia.
ReplyDeleteEs sorprendente todo lo que se puede saber sin saber que se sabe.
ReplyDeleteLos más perfectos!
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