Hablando de pájaros que pían y revolorean en la cabeza, pero espero que no todos a la vez, ahí va eso del granadino Miguel d' Ors:
La golondrina, aguzada como un flechazo de Amor; el mirlo madrugador, gayarre de la enramada; la tórtola que, enlutada, borbota su desconsuelo en Fontefrida; el mochuelo dando ejemplo de atención. Y los gorriones, que son la calderilla del cielo.
...y por suerte viene a posarse aquí
ReplyDeleteEsperamos que sean muchos los pájaros fugitivos!
ReplyDeleteHablando de pájaros que pían y revolorean en la cabeza, pero espero que no todos a la vez, ahí va eso del granadino Miguel d' Ors:
ReplyDeleteLa golondrina, aguzada
como un flechazo de Amor;
el mirlo madrugador,
gayarre de la enramada;
la tórtola que, enlutada,
borbota su desconsuelo
en Fontefrida; el mochuelo
dando ejemplo de atención.
Y los gorriones, que son
la calderilla del cielo.
¿Cuántos no son de mal agüero?
ReplyDelete