Aunque estemos en el mar o en las montañas, no somos parte de ellos. Súbitamente nos iremos y ellos quedarán. Somos como la mota de polvo que momentáneamente se posa en un mueble y no es (parte d)el mueble. ¿Qué, entonces? Nada o casi nada. Gracias por tus comentarios.
Suerte de profundidades con las que nos aleccionas... Somos el paisaje y la añoranza intrínseca.
ReplyDeleteAunque estemos en el mar o en las montañas, no somos parte de ellos. Súbitamente nos iremos y ellos quedarán. Somos como la mota de polvo que momentáneamente se posa en un mueble y no es (parte d)el mueble. ¿Qué, entonces? Nada o casi nada. Gracias por tus comentarios.
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