Acaso cada hormiga que pisamos es única ante Dios, que la precisa para la ejecución de las puntuales leyes que rigen su curioso mundo.
Si así no fuera, el universo entero sería un error y un oneroso caos.
Los espejos del ébano y del agua, el espejo inventivo de los sueños, los líquenes, los peces, las madréporas, las filas de tortugas en el tiempo, las luciérnagas de una sola tarde, las dinastías de las araucarias, las perfiladas letras de un volumen que la noche no borra, son sin duda no menos personales y enigmáticas que yo, que las confundo.
El ser y estar es muchísimo más fuerte, firme y sólido que el azar. El azar siempre será superado por el conocimiento de los eventos que surjan del mundo contingente. La humanidad siempre sobrevivió a todo lo azaroso y siempre sobrevivirá.
Acaso cada hormiga que pisamos
ReplyDeletees única ante Dios, que la precisa
para la ejecución de las puntuales
leyes que rigen su curioso mundo.
Si así no fuera, el universo entero
sería un error y un oneroso caos.
Los espejos del ébano y del agua,
el espejo inventivo de los sueños,
los líquenes, los peces, las madréporas,
las filas de tortugas en el tiempo,
las luciérnagas de una sola tarde,
las dinastías de las araucarias,
las perfiladas letras de un volumen
que la noche no borra, son sin duda
no menos personales y enigmáticas
que yo, que las confundo.
No me atrevo
a juzgar la lepra o a Calígula.
(BORGES)
No me atrevo
ReplyDeletea juzgar A la lepra o a Calígula.
El ser y estar es muchísimo más fuerte, firme y sólido que el azar. El azar siempre será superado por el conocimiento de los eventos que surjan del mundo contingente. La humanidad siempre sobrevivió a todo lo azaroso y siempre sobrevivirá.
ReplyDelete