Despertar a quien duerme es un acto común y cotidiano que podría hacernos temblar. Despertar a quien duerme es imponer a otro la interminable prisión del universo. Y de su tiempo sin ocaso ni aurora. Es revelarle que es alguien o algo que está sujeto a un nombre que lo publica y a un cúmulo de ayeres. Es inquietar su eternidad. Es cargarlo de siglos y de estrellas. Es restituir al tiempo otro Lázaro cargado de memoria. Es infamar el agua del Leteo.
No sabemos si la realidad es real o fantástica. No sabemos si el universo pertenece al género realista o al fantástico. Posiblemente, todo el mundo es un sueño, toda la historia es un sueño. Ese sueño puede no ser soñado por nadie. Es un sueño que se sueña. La historia es parte de ese sueño y yo, en este momento, soy parte del sueño de cada uno de ustedes, por lo que puedo decir que el sueño de ustedes es un poco trivial.
Despertar a quien duerme
ReplyDeletees un acto común y cotidiano
que podría hacernos temblar.
Despertar a quien duerme
es imponer a otro la interminable
prisión del universo.
Y de su tiempo sin ocaso ni aurora.
Es revelarle que es alguien o algo
que está sujeto a un nombre que lo publica
y a un cúmulo de ayeres.
Es inquietar su eternidad.
Es cargarlo de siglos y de estrellas.
Es restituir al tiempo otro Lázaro
cargado de memoria.
Es infamar el agua del Leteo.
(BORGES)
No sabemos si la realidad es real o fantástica. No sabemos si el universo pertenece al género realista o al fantástico. Posiblemente, todo el mundo es un sueño, toda la historia es un sueño. Ese sueño puede no ser soñado por nadie. Es un sueño que se sueña. La historia es parte de ese sueño y yo, en este momento, soy parte del sueño de cada uno de ustedes, por lo que puedo decir que el sueño de ustedes es un poco trivial.
ReplyDeleteLa realidad no es m@s rara que muchas fantasías. La aceptamos como cierta porque se deja tocar, pisar, percibir sensorialmente. Solo por eso.
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