Llamo y oigo tu voz en el contestador semanas después de tu muerte, un pichón de fantasma que todavía extraña los mensajes humanos.
¿Te dejo uno, contándote que la trama de nuestra vida se había rasgado antes pero que esta rotura repentina no va a ser fácil ni rápida de arreglar?
En tu casa, que se vacía, los demás enrollan alfombras, empaquetan libros, toman café en tu mesa antigua, y escuchan los mensajes que dejaste en una máquina embrujada
por el timbre de tu voz, más palpable que las fotos o las huellas digitales. Este primer día de este primer otoño sin ti, avergonzada y resistiéndome
pero incapaz de contenerme, vuelvo a marcar el número que conozco de corazón, en un mundo menguado agradecida por la piedad accidental de las máquinas, escucho y cuelgo.
Tonos de voz idos: callados , silenciados, tragados por la tierra.
ReplyDeleteLlamo y oigo tu voz
ReplyDeleteen el contestador
semanas después de tu muerte,
un pichón de fantasma que todavía extraña
los mensajes humanos.
¿Te dejo uno, contándote
que la trama de nuestra vida
se había rasgado antes
pero que esta rotura repentina no
va a ser fácil ni rápida de arreglar?
En tu casa, que se vacía, los demás
enrollan alfombras, empaquetan libros,
toman café en tu mesa antigua,
y escuchan los mensajes que dejaste
en una máquina embrujada
por el timbre de tu voz,
más palpable que las fotos
o las huellas digitales. Este primer día
de este primer otoño sin ti,
avergonzada y resistiéndome
pero incapaz de contenerme, vuelvo a marcar
el número que conozco de corazón,
en un mundo menguado agradecida
por la piedad accidental de las máquinas,
escucho y cuelgo.
(Linda Pastan)
Los miles de mayores que han muerto entre gritos de silencio merecen justicia , estamos en manos de zarrapastrosos y yonkarrachas
ReplyDeleteCHULI