Claro y profundo y, por eso, fuente primigenia del alumbramiento que, a su vez, abre las puertas para recibir el resplandor del alma. También tiene la claridad y profundidad propias de la danza del vientre.
Menos tu vientre todo es confuso. Menos tu vientre todo es futuro fugaz, pasado baldío, turbio. Menos tu vientre todo es oculto. Menos tu vientre, todo inseguro, todo postrero, polvo sin mundo. Menos tu vientre todo es oscuro. Menos tu vientre claro y profundo.
Menos tu vientre todo es oscuro... decía Miguel Hernández.
ReplyDeleteClaro y profundo y, por eso, fuente primigenia del alumbramiento que, a su vez, abre las puertas para recibir el resplandor del alma.
ReplyDeleteTambién tiene la claridad y profundidad propias de la danza del vientre.
Menos tu vientre
ReplyDeletetodo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.
Sí, también el refugio del caminante es vulnerable y transitorio (incluso él, especialmente él). El unicornio azul ayer se me perdió...
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