Así como las abejas acuden al dulce y perfumado llamado; también los humanos deberían acudir presurosos al llamado de la Voz que clama en el desierto desde tiempos inmemoriales y sigue clamando hoy.
Las flores no necesitan labios. " Ven y polinízame!", dicen con sus parlanchines pétalos. Todavía creemos que las rosas se perfuman y echan colorete para nosotros, cuando lo hacen para los pulgones y demás bichejos.
Así como las abejas acuden al dulce y perfumado llamado; también los humanos deberían acudir presurosos al llamado de la Voz que clama en el desierto desde tiempos inmemoriales y sigue clamando hoy.
ReplyDeleteLas flores no necesitan labios. " Ven y polinízame!", dicen con sus parlanchines pétalos. Todavía creemos que las rosas se perfuman y echan colorete para nosotros, cuando lo hacen para los pulgones y demás bichejos.
ReplyDeleteBueno, lo que está claro es que para llamar a alguien no hace falta voz ni sonido. Las plantas lo saben/"saben" bien.
ReplyDeleteNo es la belleza lo que hace el propósito, sino el propósito lo que se aviene al encanto.
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