Sí, dado que no teníamos garras ni dientes afilados, tuvimos que desarrollar primordialmente el cerebro. La invención de las armas y el recurso a hacer fuego (para ambas cosas se precisaba inteligencia) están en el origen de nuestra estrategia de supervivencia.
Este inicial éxito puede volvérsenos en contra y transformarse en colapso y fracaso, por no ser capaces de usar esos recursos (inteligencia, armas...) con lucidez, destruyendo nuestro entorno y enzarzándonos en guerras apocalípticas.
Y eso fue lo que nos hizo espabilar. O usábamos la cabeza o lo llevabamos claro.
ReplyDeleteAhora se han invertido los papeles. Hasta tal punto se han invertido que, peligrosamente, son muchas las especies en vía de extinción.
ReplyDeleteSí, dado que no teníamos garras ni dientes afilados, tuvimos que desarrollar primordialmente el cerebro. La invención de las armas y el recurso a hacer fuego (para ambas cosas se precisaba inteligencia) están en el origen de nuestra estrategia de supervivencia.
ReplyDeleteEste inicial éxito puede volvérsenos en contra y transformarse en colapso y fracaso, por no ser capaces de usar esos recursos (inteligencia, armas...) con lucidez, destruyendo nuestro entorno y enzarzándonos en guerras apocalípticas.
El mejor restaurante del mundo en plena naturaleza, aunque la clientela sea un poco salvaje.
ReplyDelete