Puede que no sea exactamente que hemos sido otras personas individuales de modo completo (en el sentido simplista de la reencarnación), sino que fragmentos o briznas de lo que ahora somos han estado previamente en otras personas que vivieron antes, y estarán en otras que vivirán después. Por eso quizá es que ocasionalmente experimentamos déjà-vus, pues recuerdos ajenos de (trozos de) personas incrustadas en nosotros afloran de pronto en nuestra memoria. Claro que no puede afirmarse categóricamente, pero tampoco descartarse.
En México se celebra el Día de la Santa Muerte para recordar y convivir con sus anteriores seres. El alma es eterna.
ReplyDeletePuede que no sea exactamente que hemos sido otras personas individuales de modo completo (en el sentido simplista de la reencarnación), sino que fragmentos o briznas de lo que ahora somos han estado previamente en otras personas que vivieron antes, y estarán en otras que vivirán después. Por eso quizá es que ocasionalmente experimentamos déjà-vus, pues recuerdos ajenos de (trozos de) personas incrustadas en nosotros afloran de pronto en nuestra memoria. Claro que no puede afirmarse categóricamente, pero tampoco descartarse.
ReplyDelete¿Nadie? ¿No es una afirmación demasiado categórica?
ReplyDeleteSí: nunca deberíamos decir nadie, ni nada, ni nunca. A lo sumo casi nadie, casi nada, casi nunca.
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