Ya las lustrales aguas de la noche me absuelven de los muchos colores y de las muchas formas. Ya en el jardín las aves y los astros exaltan el regreso anhelado de las antiguas normas del sueño y de la sombra. Ya la sombra ha sellado los espejos que copian la ficción de las cosas. Mejor lo dijo Goethe: Lo cercano se aleja. Esas cuatro palabras cifran todo el crepúsculo. En el jardín las rosas dejan de ser las rosas y quieren ser la Rosa.
Todas las páginas están en blanco: tu diario. Los recuerdos se confunden, las fechas resultan ya improbables. Tienes en la memoria una mezcla de lo vivido y lo imaginado. Tu vida es una anécdota fugaz e intrascendente. Tus olvidos alcanzan las palabras. Se reiteran los pasos en la nieve, te persiguen los huecos, identificas los vacíos. Tu perdida memoria, los seres que te amaron, aquellos que murieron, sus ojos fueron verdes o ciegos. Te amaban en su noche: esas sombras. Nunca anotaste fechas, llantos, una playa desierta, extraviados en los caminos sin salida. Repasas cuidadosamente estas páginas albas. Desmemoriado, sin filtro, te has convertido en un interrogante.
"Yo soy dos y estoy en cada uno de los dos al mismo tiempo" (decía san Agustín).
ReplyDeleteYa las lustrales aguas de la noche me absuelven
ReplyDeletede los muchos colores y de las muchas formas.
Ya en el jardín las aves y los astros exaltan
el regreso anhelado de las antiguas normas
del sueño y de la sombra.
Ya la sombra ha sellado los espejos que copian
la ficción de las cosas.
Mejor lo dijo Goethe: Lo cercano se aleja.
Esas cuatro palabras cifran todo el crepúsculo.
En el jardín las rosas dejan de ser las rosas
y quieren ser la Rosa.
(BORGES)
Qué fue lo que cortó
ReplyDeletetu vida en dos?
Todas las páginas están en blanco: tu diario.
ReplyDeleteLos recuerdos se confunden,
las fechas resultan ya improbables.
Tienes en la memoria una mezcla
de lo vivido y lo imaginado.
Tu vida es una anécdota fugaz
e intrascendente. Tus olvidos
alcanzan las palabras. Se reiteran
los pasos en la nieve, te persiguen los huecos,
identificas los vacíos. Tu perdida memoria,
los seres que te amaron, aquellos que murieron,
sus ojos fueron verdes o ciegos.
Te amaban en su noche: esas sombras.
Nunca anotaste fechas, llantos, una playa
desierta, extraviados en los caminos
sin salida. Repasas cuidadosamente
estas páginas albas. Desmemoriado, sin filtro,
te has convertido en un interrogante.
(JOAQUÍN MARCO)