Sí. Para los topos la luz no existe. En verdad renunciaron a ver (¡¡¡¡ A VER !!!!!) porque evolutivamente les convenía refugiarse en la oscuridad subterránea (como los avestruces y pungüinos renunciaron a volar). Las aptitudes y los sentidos, o sea las parcelas de realidad, cuando no convienen a la supervivencia, entonces biológicamente no se desarrollan; o, si ya se desarrollaron, se suprimen. La realidad no es real, sino una maquinación, alquimia o subproducto sensorial y cerebral.
¡Pequeños topillos rastreros y miopes!
ReplyDeleteSí. Para los topos la luz no existe. En verdad renunciaron a ver (¡¡¡¡ A VER !!!!!) porque evolutivamente les convenía refugiarse en la oscuridad subterránea (como los avestruces y pungüinos renunciaron a volar). Las aptitudes y los sentidos, o sea las parcelas de realidad, cuando no convienen a la supervivencia, entonces biológicamente no se desarrollan; o, si ya se desarrollaron, se suprimen. La realidad no es real, sino una maquinación, alquimia o subproducto sensorial y cerebral.
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