Unas caderas que retumben,bailen... que perpetúen su alarido en una grieta temblorosa y pasional que no sea su propia tierra de ensoñaciones. Saludos :)
Seísmos, huracanes, diluvios... siguen su propia lógica y hablan su propio idioma que no entendemos. Confirman también que la Tierra es un astro como los demás, con su música telúrica, sus ciclos climáticos, sus cataclismos y tormentas eléctricas. A veces llegan meteoritos, como el del jurásico, que lo cambian todo. Y sigue girando la gran rueda de la materia y de la gravitación, ésa en que a veces accidentalmente salta la chispa diminuta, insignificante y fugaz de la vida.
Unas caderas que retumben,bailen... que perpetúen su alarido en una grieta temblorosa y pasional que no sea su propia tierra de ensoñaciones.
ReplyDeleteSaludos :)
Seísmos, huracanes, diluvios... siguen su propia lógica y hablan su propio idioma que no entendemos. Confirman también que la Tierra es un astro como los demás, con su música telúrica, sus ciclos climáticos, sus cataclismos y tormentas eléctricas. A veces llegan meteoritos, como el del jurásico, que lo cambian todo. Y sigue girando la gran rueda de la materia y de la gravitación, ésa en que a veces accidentalmente salta la chispa diminuta, insignificante y fugaz de la vida.
ReplyDeleteUn cordial saludo.