Cada palabra
corre el riesgo de ser
ésa que sobra.

Monday, October 1, 2018


¿Cuántas esferas,
unas dentro de otras,
siempre orbitando?

5 comments:

  1. Es infinito el número de esferas y en vano se busca la "partícula de Dios" en las más pequeñas esferas. Dios está en todas las esferas. Basta con buscarlo y encontrarlo tanto en las grandes, como también, en las esferas de tamaño atómico. No hace falta los gran colisionador atómico para tal efecto.

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  2. Ni la nada ni el infinito caben en nuestro cerebro terrícola. Del suelo para arriba todo nos es antiintuitivo.

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  3. En el vientre de una madre había dos bebés. Uno preguntó al otro:
    -¿Tú crees en la vida después del parto? El otro respondió:
    -Claro que sí. Tiene que haber algo después del parto. Tal vez estamos aquí para prepararnos para lo que vendrá más tarde.
    -Tonterías -dijo el primero- No hay vida después del parto. ¿Qué clase de vida sería esa?
    El segundo dijo:
    -No lo sé, pero habrá más luz que la que hay aquí. Tal vez podremos caminar con nuestras propias piernas y comer con nuestras bocas. Tal vez tendremos otros sentidos que no podemos entender ahora.
    El primero contestó:
    -Eso es un absurdo. Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? ¡Ridículo! El cordón umbilical nos nutre y nos da todo lo que necesitamos. La vida después del parto es imposible.
    El segundo insistió:
    -Bueno, yo creo que hay algo diferente de lo que hay aquí. Tal vez ya no necesitemos de este tubo físico.
    El primero contestó:
    -Tonterías, de haber realmente vida después del parto ¿por qué nadie jamás regresó de allá? El parto es el fin de la vida y en el posparto no hay nada más que oscuridad, silencio y olvido. No nos llevará a ningún lugar.
    -Bueno, no lo sé -dijo el segundo-, pero creo que vamos a encontrarnos con Mamá y ella nos cuidará.
    El primero respondió:
    -¿Mamá? ¿Tú realmente crees en Mamá? Eso es ridículo. Si Mamá existe, entonces, ¿dónde está ella ahora?
    El segundo dijo:
    -Ella está alrededor de nosotros. Estamos cercados por ella. De ella somos parte. Es en ella que vivimos. Sin ella, este mundo no sería, no podría existir.
    Dijo el primero:
    -Bueno, no podemos verla; entonces, lo lógico es que no exista.
    El segundo respondió:
    -A veces, cuando estás en silencio, si te concentras y realmente escuchas, podrás percibir su presencia y escuchar su voz amorosa ahí arriba.

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  4. Si crear es una forma de copular, Dios es copulativo.

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