Cada palabra
corre el riesgo de ser
ésa que sobra.

Friday, December 18, 2020




Iglesia gótica.
Las 12:00 medievales
en sus campanas.





Reloj de sol.
Horas grecolatinas
siguen marcándose.

4 comments:

  1. Y no importa la hora; siguen doblando las campanas todos los días y todos los años y todos los siglos .

    ReplyDelete
  2. El paso del tiempo exaspera y condensa cualquier tormenta, aunque al principio no hubiera ni una nube minúscula en el horizonte. Uno ignora lo que el tiempo hará de nosotros con sus capas finas que se superponen indistinguibles, en qué es capaz de convertirnos. Avanza sigilosamente, día a día y hora a hora y paso a paso envenenado, no se hace notar en su subrepticia labor, tan respetuosa que nunca nos da un empujón ni un sobresalto. Cada mañana aparece con su semblante tranquilizador e invariable, y nos asegura lo contrario de lo que está sucediendo: que todo está bien y nada cambia, que todo es como ayer -el equilibrio de fuerzas-, que nada se gana y nada se pierde, que nuestro rostro es el mismo y también nuestro pelo y nuestro contorno, que quien nos odiaba nos sigue odiando y quien nos quería nos sigue queriendo. Y es todo lo contrario, en efecto, sólo que no nos permite advertirlo con sus traicioneros minutos y sus taimados segundos, hasta que llega un día extraño, impensable, en que nada es como fue siempre.

    (JAVIER MARÍAS)

    ReplyDelete
  3. Marca el 4 como IIII en vez de IV , igual que los relojes Cartier , además es cuadrado como el TAG heuer de Steve Mc.Queen
    EL

    ReplyDelete
  4. En lo alto de la torre está el reloj,

    aún más alto está el sol.

    Hora tras hora, el uno dicta mi obituario;

    el otro, no habla: brilla y existe.


    No sé quién mide el tiempo aquí:

    si aquel que da las horas en la alta torre,

    si aquel que sólo alumbra, y se ríe

    de que alguien pueda suponer que muere.

    (PESSOA)

    ReplyDelete

Note: Only a member of this blog may post a comment.