Caminar muy temprano, entre dos luces aún, en la mañana revuelta de febrero, por esta carretera ahora sin nadie. A mano izquierda, el mar, que es todavía parte de la noche, y que apenas se ve, confuso y encubierto por la bruma, pero del que se oyen el bronco respirar y los estruendos de sus arduos quehaceres invernales. Y a la derecha, al margen de mis pasos, en su milagro íntimo, el verde juvenil y tembloroso del trébol con rocío.
Ciruelo de mi puerta, aunque yo no volviese,
ReplyDeletela primavera sí volverá.
Así que tú, florece.
(ANÓNIMO JAPONÉS)
Se nos fue Armando Manzanero.
ReplyDeleteEsta tarde vi llover, vi gente correr... y no estabas tú
ENTRE DOS LUCES (Eloy Sánchez Rosillo)
ReplyDeleteCaminar muy temprano,
entre dos luces aún, en la mañana
revuelta de febrero,
por esta carretera ahora sin nadie.
A mano izquierda, el mar,
que es todavía parte de la noche,
y que apenas se ve,
confuso y encubierto por la bruma,
pero del que se oyen
el bronco respirar y los estruendos
de sus arduos quehaceres invernales.
Y a la derecha, al margen de mis pasos,
en su milagro íntimo,
el verde juvenil y tembloroso
del trébol con rocío.