Cada palabra
corre el riesgo de ser
ésa que sobra.

Saturday, June 20, 2020


¡Cuántos extraños
por las ramas de mi árbol
genealógico! 

...

¿Qué tendré yo
que ver con tanta gente
de la que vengo?

7 comments:

  1. Puede que de los bisabuelos haya alguna foto en el álbum familiar. Más atrás (tatarabuelos y otros ascendientes) ya no (no se había inventado la fotografía). De nuestra infinita estirpe o linaje no sabemos nada: un abigarrado tropel de gente extraña que aportó un hilito de material genético, el cual (mezclado ya con los hilitos de otros muchísimos) casi se ha disuelto.

    En cierto modo no venimos de ellos: sólo "a través de" ellos.

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  2. Tuve un abuelo comunista y otro abuelo falangista. Sus genes se mezclaron en mi pobre sangre. ¿Soy un híbrido o "remíx" de ambos? Posiblemente soy donde los extrem(eñ)os se juntan.

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  3. Mi antepasado bretón llegó a San Vicente de la Barquera hace 220 años , tenía 14 años y llegó junto a un hermano de similar edad , desembarcaron juntó a una mujer y traían consigo 13 colchones de lana y dinero . Sus familiares que se quedaron en Bretaña murieron todos con la revolución francesas , eran muy altos , rubios , cultos, de ojos verdes guapos , muy fuertes , y se dedicaron a la enseñanza , se apellidaban igual que una ciudad de Bretaña y de ellos dos provenimos unos 200 que tenemos de primer apellido el que ellos tenían, hay personas con mi apellido en Cantabria , Euskadi , Asturias, Madrid , Sevilla y Canarias , también en países como EEUU, México y Argentina , y también hay uno en Francia . El apellido es de una ciudad de origen romano , en ella nació el padre de Pinochet . Por parte de mi madre su origen está en un pueblo cercano a Medina de Pomar , y mi abuelo asesinado por el franquismo era de origen judío conversó. La mayoría de los que se apellidan como yo están interesados en la genealogía , incluso los que lo llevan de segundo , al ser único genera curiosidad , yo me invente una genealogía hace 10 años y tengo 150 opiniones que no se lo creían, pero abrí el melón y otros parientes más informados dieron con el verdadero origen

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  4. M.H., te pediría por favor que no borres tus comentarios. Me gusta leerte y por obligaciones laborales y personales no puedo estar entrando en el blog cada poco tiempo para leer tus comentarios antes de que los borres. Gracias !

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    1. Gracias Carla, era un comentario personal hacia tu persona , a la vez que reconocía que yo cuando era un truhan hablaba en jerga , al respecto del poema del antiguo poeta francés. Luego te comenté que el comentario que pusiste de Pol sobre los sueños me hizo ver que lo que yo sueño no es una locura , entonces te dije que eras una estupenda maestra , no lo dije por caballerosidad , aunque soy un caballero , lo escribí porque me salió espontáneo.
      El comentario era más largo , pero después de dos meses he fumado medio porro de rama y no recuerdo todo lo que comenté , un abrazo Carla , es un placer interactuar contigo.

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  5. Yo tenía un tatarabuelo negro.
    Yo tenía un tatarabuelo cuya mejor posesión
    era una flauta con cinco agujeros
    y con ella podía tocar casi cualquier melodía
    de las que hoy se escuchan, aunque el pobre
    no supiera leer letra de música en ese entonces.
    Yo tenía un tatarabuelo pálido de susto.
    Yo tenía un tatarabuelo rojo como la grana
    a fuerza de disgustos y vergüenzas.
    Yo tenía un tatarabuelo que en ocasiones especiales
    comía carne humana: salía a cazar gente,
    atrapaban a uno y con sus ojos cocía un caldo
    humeante que luego se bebía.
    Yo tenía un tatarabuelo especialista
    en pintar búfalos colorados en las paredes
    de su casa, unas pinturas que luego nunca,
    nunca jamás vendía.
    Yo tenía un tatarabuelo enamorado de su hermana,
    pero al que casaron con su tia.
    Yo tenía un tatarabuelo que deseaba vivir siempre
    en la copa frondosa de algunos árboles,
    y por más que los doctores le explicaban
    los beneficios de la posición erguida, él
    se negaba a entender o se hacía el que no entendía.
    Yo tenía un tatarabuelo con ojos chinos
    que le quedaron así de tanto mirar a la luz
    y acechar el vacío, por ver qué encontraba.
    Yo tenía un tatarabuelo cuya piel verdecía
    de la cabeza a los pies, antes y después de una pelea
    y si alguno lo golpeaba.
    Yo, tenía un tatarabuelo.

    (PATRICIA SUÁREZ)

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    1. Que poema más cojonudo, me ha recordado a la estrella canadiense de Hollywood , Keanu Reeves que es un amalgama de orígenes genealógico


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