Cada palabra
corre el riesgo de ser
ésa que sobra.

Monday, June 1, 2020



Técnicamente 
no son unos psicópatas 
los genocidas.

... 

Mentes enfermas 
consiguen disfrazarse 
de mentes sanas.

4 comments:

  1. Puede que evolutivanente seamos sumisos, proclives a obedecer a un líder máximo, pues las tribus o clanes prehistóricos donde regía una disciplina y sumisión absoluta al jefe eran quizás más favorecidas para la supervivencia.

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  2. Bueno, lo que comenté en los haikus de ayer me vale para hoy , muy buena la foto , es una imagen de Adolfo que desconocía.
    Anónimo valenciano

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  3. ¿Quién es este bebé en camiseta?
    ¡Pero si es el pequeño Adolfo, el niño de los Hitler!
    ¿Acaso llegará a ser un gran abogado,
    o tal vez tenor de la Ópera de Viena?
    Pero ¿de quién es esta manita, esta orejita tan coqueta?
    Pero ¿de quién es esta pancita saciada de
    leche?
    No se sabe todavía:
    ¿será de un impresor, de un médico,
    de un hombre de negocios,
    de un sacerdote?
    ¿A dónde irán estos piececitos, hasta
    dónde?
    ¿Al parque, a la escuela, a la oficina,
    tal vez rumbo al matrimonio con la hija del alcalde?

    ¡Oh, mi bebé, mi ángel, cosita mía, mi rayo de Sol,
    cuando viniste al mundo hace un año no faltaron signos en el cielo y en la Tierra:
    el sol primaveral, los geranios en las ventanas,
    el organillo en el patio,
    un buen augurio envuelto en papel
    rosado,
    el sueño profético de tu madre justo
    antes del alumbramiento:
    una paloma en el sueño -buenas
    noticias atraparla-,
    el mesías, largo tiempo esperado, por fin llegará.
    Toc toc. ¿Quién es? Es el corazoncito de Adolfo que resuena.
    El biberón, la cuna, el babero, el
    chilindrín.
    El niño -gracias a Dios, toco madera- está bien.
    Se parece a sus padres, a un gatito en su canasta,
    a los niños de todos los álbumes de
    familia.
    ¡Ah no: no me vas a llorar ahora!
    El señor fotógrafo, debajo del trapo
    negro, va hacer clic-clic.
    Foto Klinger, Brabenstrasse, Braunau.
    Braunau es un pueblo pequeño pero
    respetable,
    de comercios serios, de vecinos
    honestos,
    olor de pasta horneándose y de jabón negro.
    No se escuchan los alaridos de los
    perros ni los pasos del destino.
    El profe de historia se relaja
    y bosteza inclinado sobre los cuadernos.

    (WISLAWA SZYMBORSKA)

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    1. La ironía de Wislawa es insuperable, gracias por poner algo tan excelente y tan auténtico.

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